Volver

Septiembre 2019

Como es tradición, cada septiembre celebramos las Fiestas Patrias en nuestro colegio. Se trata de una celebración importante, pues es fundamental educar en la gratitud a la patria, igual que el cuarto mandamiento enseña a honrar al padre y a la madre.

La patria es el conjunto de bienes que hemos recibido de nuestros antepasados, de nuestros padres y madres, incluyendo nuestra historia, tradiciones y lengua, y relacionándose también con la configuración geográfica de nuestro territorio. Todos ellos han ayudado a conformar nuestra patria, que incluye a la cultura y a la tierra.

Por esta razón, la celebración del 18 de septiembre no trata solo de conmemorar la Primera Junta Nacional de Gobierno, que marcó el inicio del proceso de independencia de Chile, sino que es también la ocasión para agradecer que gran parte de lo que somos se lo debemos providencialmente a nuestra patria.

Muchas veces nos preguntamos qué acciones sociales estamos haciendo, cuáles son nuestros compromisos con la República y si creamos conciencia en los jóvenes de la necesidad de compromiso social. Sabemos que todo eso debe arrancar de un verdadero y genuino amor a la Patria hasta llegar a entender lo que san Agustín nos dice en sus confesiones: “Ama a tu prójimo; más que a tu prójimo, a tus padres; más que a tus padres, a tu Patria; y solamente más que a tu Patria, ama a Dios”.

Y no podemos perder de vista que el bien de nuestra patria, como el bien da cada individuo, de la sociedad, de cada familia, es el vivir en el amor a Jesucristo, y que “el deseo de paz conmueve sin duda el corazón de todos y no hay nadie que no la reclame con vehemencia. Sin embargo, una vez rechazado Dios, se busca la paz inútilmente porque la justicia está desterrada de allí donde Dios está ausente; y quitada la justicia, en vano se espera la paz. La paz es obra de la justicia”. (Is 32, 17). San Pio X (E supremi apostolatu).

Esperamos contar con todos en esta preciosa celebración que, sin duda, nos lleva a vivir el ideal educativo que tenemos de formar jóvenes que, con la gracia de Dios, conquisten el mundo para Cristo.

 

Publicaciones Anteriores