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Julio 2016

Virgen del Carmen, reina de Chile, ruega por nosotros.

En este mes de julio celebramos la patrona de Chile, y eso nos causa profunda alegría, ya que no sólo individualmente considerados, sino como nación, tenemos tan excelsa protectora. Esta fiesta ha de recordarnos la misericordia de Dios que nos concede la ayuda de la Virgen para poder llegar a nuestra perfección individual y social.

Además, este mes viene marcado por las vacaciones de invierno, y queremos ayudar a comprender, siguiendo nuestra línea educativa, el profundo significado que tienen que tener las vacaciones.

Vacaciones viene del término latino vacare, que quiere decir abstenerse de las actividades habituales para concentrarse en algo diferente. Nos invita al reposo,  que es posar, hacer una pausa, y también depositar; dejar que se deposite todo aquello que en nuestra actividad, en nuestra vida, frecuentemente se convierte en una polvareda interior que impide ver claramente el sentido de la vida.

Recordemos el salmo 45 que nos dice “vacate et videtequoniam ego sum Deus”: vacacionad, deteneos, y ved que yo soy Dios; es decir, nos invita a caer en la cuenta del principio y fundamento de nuestra vida: hemos sido hechos para Dios, y descansaremos solo en Él. Porque las vacaciones no son un huir, un alienarse, una fuga sino concentrarse en algo para descubrir el gozo que da reposo al alma. Así las vacaciones deberían convertirse en un momento de contemplación, de apertura a lo gratuito, de experiencia vital del gozo en la verdad de la caridad.

Antes, finalizaremos el primer semestre con las celebraciones del día de Santa Cecilia y el festival interno. En ambas, se hace presente la música, tan importante en el colegio desde sus inicios. A través de ella queremos mostrar a los jóvenes la belleza y el verdadero sentido del ocio, haciendo salir a los alumnos de su rutina. Al mismo tiempo, les permite mostrar sus habilidades y ponerlas al servicio de los compañeros que se alegran y gozan con ellas

Les deseamos a todos unas buenas vacaciones recordando lo que nos dice la Escritura en el libro del Génesis: Así fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes. Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.

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