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Saludo Viernes 2 de Octubre

Queridos profesores y familias del colegio:

    Ayer empezó octubre, el mes del rosario. La fiesta de Santa Teresita nos impidió dirigirles unas palabras al respecto, y hoy, primer viernes de mes, nos vemos obligados a volver a posponer unas palabras sobre esta oración tan imprescindible en la vida del cristiano, ya que a través de ella contemplamos los misterios de la vida de Cristo desde la guía de la Virgen María.

    Este primer viernes es del todo singular, ya que se inscribe dentro del mes en que Chile va a ser convocado a la votación de un plebiscito cuyo origen y desarrollo han sido los profundos desórdenes y la violencia de la que todos hemos sido testigos. No podemos olvidar ciertas pancartas habituales que nos han mostrado el rostro del Che Guevara y los signos del anarquismo y del comunismo. Frente a todo ello se nos muestra el Corazón traspasado del Señor, circundado por la corona de espinas, inflamado en llamas desbordantes y rematado por una cruz. Esta imagen es el símbolo más perfecto de Dios que por amor se ha encarnado y ha derramado su sangre por nuestra salvación. Por ello les invito a dirigirse a Él con especial fuerza, entregándole todo nuestro día a día, nuestros trabajos y descansos, penas y alegrías… todo, todo con una única intención, que venga a nosotros su reino de amor y de paz, justicia y verdad, para que se establezca, frente a las ideologías modernas, destructoras de todo orden, el Reino del Corazón de Cristo. Por ello, en este mes les invito a rezar con especial devoción el ofrecimiento de obras:

    Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él por la Redención del mundo.

    Señor mío y Dios mío Jesucristo: por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio de altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino.

     Te pido en especial: por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.

 Deseando que tengan un buen día, me despido con la bendición.

Padre Josep Vives G. HNSSC

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