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Saludo Lunes 20 de abril

Queridos profesores y familias, seguimos viviendo esta situación tan difícil y muchas veces vemos que el pasar de los días nos cansa, vamos perdiendo paciencia, nos vemos superados por la situación y buscamos el descanso en un rato de oración. Pero puede pasarnos lo del hermano Rafael:

“Una hora de oración sin un pensamiento de Dios. Apenas me di cuenta, el tiempo pasó. Sonaron las cinco en el reloj y ya llevaba una hora de rodillas… ¿Y la oración? No sé…, no la hice. Estuve pensando en mí mismo, en mis sufrimientos personales, en los recuerdos del mundo. ¿Y Jesús? ¿Y María? Nada… Sólo tengo egoísmo, poca fe y mucha soberbia… ¡Tan importante me creo! ¡Tanto me considero!

 ¡Pobrecillo!, polvillo insignificante a los ojos de Dios. Ya que no sepas sacar fruto de la oración, aprende a humillarte delante de Él, y así luego lo harás mejor delante de los hombres. (…) ¿Qué importo yo en la creación?; ¿Qué soy delante de Ti?… ¿Qué representa mi vida oculta en la infinita eternidad?… Si me olvidara de mí mismo, mejor sería Señor.

 (…) No tengo nada más que un refinado amor propio, y vuelvo a repetir, mucho egoísmo. (…) en lugar de meditar mis sufrimientos…, meditar en el agradecimiento, amar a Dios en mis propias miserias”.

Así, nadie deje de buscar la oración como lugar de descanso, aunque le parezca que no sirve para nada…y poniendo los ojos y el corazón en el Sagrado Corazón de Jesús que tiene en su casa dele las gracias por todos los dones recibidos.

Padre Javier Jaurrieta G.

HNSSC

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