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Saludo Domingo 10 de Mayo

Queridos profesores y familias:

 

A tenor del evangelio de este domingo quiero compartir con ustedes un texto de san Agustín, que nos ayude a preguntarnos acerca de nuestra propia vida:

 

“Recordad conmigo, amadísimos hermanos, que el Señor dijo: Mientras vivimos en el cuerpo somos peregrinos lejos del Señor, pues caminamos en la fe, no en la visión. Jesucristo nuestro Señor, que dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, quiso que camináramos no sólo por él, sino hacia él. ¿Por dónde caminamos sino por el camino? ¿Y adonde caminamos sino a la verdad y a la vida, es decir, a la vida eterna, la única que merece llamarse vida? En efecto, esta vida mortal en que nos encontramos, comparada con aquélla, aparece ser, más bien, una muerte, pues cambia con tan grande mutabilidad y se termina en un brevísimo espacio de tiempo. Por eso el Señor, al rico que le había dicho: Maestro bueno, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?, le respondió: Si quieres llegar a la vida, guarda los mandamientos. Se encontraba, pues, en alguna otra vida, dado que no hablaba a un cadáver o a un hombre carente de ella. Mas, cuando él le preguntó sobre la consecución de la vida eterna, el Señor no le respondió: «Si quieres llegar a la vida eterna», sino: Si quieres llegar a la vida, queriendo dar a entender que la vida que no es eterna no merece llamarse vida, puesto que vida verdadera no lo es más que la eterna”.

 

Que estos días de obligada quietud podamos hacernos también nosotros esta pregunta: ¿Qué vida queremos? ¿Una que no merece ser llamada vida? ¿O la vida eterna? Y recordemos que el evangelio nos dice que Jesús, y solo Jesús, es esa única vida, es la única verdad y es el único camino para lograrla. Entonces solo nos queda ordenar todo para conocerle a Él, seguirle a Él y vivir con Él ya en esta vida y eternamente en el cielo.

 

Un fuerte abrazo a todos, que Dios les bendiga, les guarde siempre y la Virgen los guíe.

 

 

Padre Javier Jaurrieta G.

HNSSC

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